Si alguien hace algún tiempo me hubiera dicho que con 22 años iba a empezar a construir los cimientos de un hogar, el mío propio, no le hubiera creído. Pero así es, ayer Sara y yo fuimos a ver la que en un par de meses, si todo sale bien, será nuestra casa. Sinceramente, he de decir que al principio iba un poco reticente porque está en Telde por lo que se sale de mi habitat natural, pero al verlo me quedé encandilada. Está decorado como como si lo hubiera hecho yo misma y quitando un par de muebles que cambiaran por otros se quedará igual. La verdad es que es monísimo, y está muy bien de precio. ¿En Telde? Sí, pero bueno, a veces un cambio de aires nunca viene mal. ¡¡¡Van a caber todos nuestros amigos!!! jajaja.
Estamos muy emocionadas y deseando que sea Agosto. Yo sólo rezo para que todo salga bien y me pueda ir a vivir con mi chica. Da un poco de miedo eso de irse de casa y "tener que buscarte las habichuelas", pero yo sé que ella me va a ayudar en todo (y yo a ella) y lo más importante, voy a ser feliz.

No hay comentarios:
Publicar un comentario