lunes, 28 de julio de 2008

¿Qúe hacer?


¿Qué hacer cuando no entiendes lo que ocurre a tu alrededor? ¿Qué hacer cuando por mucho que te esfuerces todo sale mal? ¿Qué hacer cuando se siente este pinchazo en el corazón y ganas irremediables de llorar? Un día como otro y por casualidad te das cuenta de que algo ha pasado y tú tienes la culpa. Dicen que cuando te das por aludido por algo será, pero cuando conoces tan bien a una persona no hace falta darse por aludida, sabes que va dirigido a ti. Eso me ha pasado hoy a mí y todo ha dado un giro de 360º. Estoy cansada de los altibajos, siempre una de cal y otra de arena. Ahora que parecía que todo iba bien, que las cosas empezaban a encarrilarse, otra puñalada, otra caída y cada vez con menos fuerzas para levantarme. Duele saber que piensan eso de ti, ¿tendré la culpa? no lo sé, pero Dios sabe que yo me he preocupado y hecho hasta lo imposible, que era un pensamiento constante en mí, pero de nada sirve cuando no hay constancia, cuando es tal la decepción que no importa lo que digas, hagas o hayas hecho, nadie te va a creer. De verdad, duele tanto, que las lágrimas fluyen solas sin manera de controlarlas. Una llamada, conversación escueta, vacía y el dolor aumenta.
Y ahora, ¿qué hago?, ¿cómo arreglo todo esto?, cómo lo hago si no he sido consciente de haberlo hecho. Yo sólo pido que la sensación que me invade desaparezca y me deje respirar.

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